La Fuente del Marqués

¿Sabías que “El Tanque” fue un importante proveedor de agua en el Querétaro del Siglo XX?

Ubicado en el que fuera el punto más alto de la Ciudad se ubica la fuente del Marqués, mejor conocida por los Queretanos como “El Tanque” que es uno de los principales puntos de referencia de los transeúntes y conductores que diario recorren la zona tradicional de la Cruz y San Francisquito.

Fue a principios del Siglo XX, que por el crecimiento de la Ciudad el Acueducto se había vuelto insuficiente para la distribución del agua limpia, es por esto que en 1909 el entonces gobernador Francisco González de Cosío (El mismo que mandó construir la hoy Antigua Estación del Tren) contrató con la casa Schondube y Neugebau, la construcción en la cima del Cerro del Sangremal de un depósito de 2,000 metros cúbicos de capacidad de cemento armado, con su casa de válvulas y demás accesorios para la buena distribución del agua, al estar situado en lo más alto de la ciudad, el agua subiría por su propia presión a las azoteas de las casas más altas.

Con vista al sureste de la pila o tanque de agua.

De este depósito salía una red de cañerías de diferentes diámetros y de más de 23 kilómetros lineales, con sus conexiones y válvulas respectivas que distribuirían el agua en todas las casas de la población, debiendo además colocarse 100 hidrantes para los incendios y riego de las calles. Este deposito o tanque de agua se vaciaba cada semana para ser limpiado y el agua vaciada corría por las atarjeas y la Ciudad, lo cual ayudaba a mantener limpias las calles y el sistema hidráulico. Con esta obra se mejoró el sistema de distribución del agua potable, que en aquél entonces existía, y también se logró la disminución en las enfermedades provocadas por el agua malsana.

Con el paso de los años el tamaño y rostro del Tanque fue cambiando, los sistemas de bombeo se fueron modernizando y su capacidad aumentando. Fue en la década de los años 40 en que por demanda social se comenzó con la perforación de pozos profundos para mitigar la falta y pureza del vital liquido, demanda que volvió a aumentar en los años 60 cuando la Ciudad se convirtió en una urbe industrial.

Así era el tanque que los Queretanos conocimos antes de 1994.

En el año de 1994, durante la administración del Doctor Alfonso Ballesteros, el antiguo depósito o tanque de agua fue revestido de cantera y convertido en una monumental fuente, consta de cuatro contrafuertes con pequeñas fuentes de media luna en la base y del lado oriente, una fuente adornada en forma de concha. El gran monumento fue dedicado al insigne Marqués de la Villa del Villar de Águila, don Juan Antonio de Urrutia y Arana y se inauguró en Septiembre de 1994 conmemorando el aniversario de la llegada del agua limpia a la Ciudad, pero para los Queretanos siempre será El Tanque de Zaragoza.

En lo alto de la fuente se aprecia escudo de armas del Marqués.


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