
Cuando el corazón se vuelve corazón, Azul de Little Jesús.
- Música
- julio 12, 2025
Por Alejandro Lujan
Hay canciones que no solo escuchas… las sientes. Que no necesitan de mil arreglos para
darte justo donde más duele. “Azul” de Little Jesus es una de esas. Y si no la has
escuchado es perfecto para esos momentos en los que traes tus audífonos mientras llueve
y estás medio nostálgico. Pero…¿de que va “Azul”? pues es una rola que forma parte del
disco Río Salvaje siendo uno de los más emblemáticas canciones de Little Jesus. Y sí, es
una canción triste, pero no de esas que te tumban al suelo llorando; es de las que te hacen
decir: «ouch, pero qué bonito ouch».

En general estamos hablando de una despedida emocionalmente difícil, pero tranquila.
Como cuando aceptas que algo no funcionó, pero lo ves con cariño en lugar de con rencor.
No es una carta de odio, es una forma de decir «gracias por el viaje, aunque haya dolido un
poco.»
Y a todo esto ¿Porque se llama azul? Buena pregunta. El azul no es solo un color aquí: es
un mood, un estado emocional. No es estar deprimido a lo dramático, es más bien ese tipo
de tristeza que se siente tranquila, como un domingo por la tarde después de una ruptura,
cuando ya no lloras, pero aún estás medio roto por dentro. Además, el azul está ligado a la
nostalgia, al amor que no fue, a lo que pudo pasar. Y esa vibra está en cada verso, cada
acorde. Es de esas canciones que no necesitan explicarte todo porque tú ya entendiste sin
que te lo digan.

“Azul” suena a indie pop suavecito con tintes psicodélicos. No hay sobresaltos, no hay
drama. Solo guitarras que flotan, una batería que parece latido tranquilo, y esa voz medio
apagada pero emocional de Santiago Casillas que te dice: “todo está bien aunque no lo
parezca”. Escucharla es como manejar solo por la ciudad de noche. Es introspectiva,
envolvente, y tiene eso que pocas canciones logran: te hace pensar sin abrumarte.
todos hemos sido ese “azul” alguna vez y por eso nos pega tanto. Todos hemos querido
más de lo que podíamos dar. Todos nos hemos sentido rotos, pero al mismo tiempo
agradecidos de haber sentido algo tan fuerte.
“Azul” no necesita mil palabras para conectar. Te dice en dos frases lo que a veces ni tú
sabes poner en claro. Y eso vale oro.Si tuviéramos que resumir “Azul” en una sola imagen,
sería esa escena de película donde el personaje principal camina bajo la lluvia con los
audífonos puestos, mirando hacia el vacío, pero sonriendo leve. Así, triste bonito. Little
Jesus no solo hizo una buena canción. Hizo una experiencia emocional. Una de esas que
vuelves a poner cuando necesitas sentir sin que te interrumpan.