En la década de 1860, el ambiente era un poco tenso, gracias a la rivalidad entre Maximiliano y Benito Juárez. Lamentablemente, el general José fue aprehendido y condenado a muerte. Leonarda recurrió a todas las autoridades para impedir su muerte, incluido Juárez, pero sus súplicas no fueron escuchadas; Su amado José Joaquín fue fusilado, y la Carambada juró venganza.

Buscó por todos lados una hierba llamada “ventiunilla”, la cual causa la muerte del consumidor en 21 días. Se dice por ahí, que logró asistir a una cena con Sebastián Lerdo de Tejada, el sucesor a la presidencia, a la cual iba a asistir el presidente Juárez. En cuanto el presidente se alejó de su vaso, ella vertió unas gotas de ventiunilla; Juárez murió 21 días después de una angina de pecho el 18 de Julio de 1872.

La Carambada cobró su venganza y siguió robando el resto de sus días. “Mi familia cuenta que… la casa de mis bisabuelos fue alguna vez una de tantas casas de seguridad de Leonarda. La casa se ubica en la calle que en ese entonces se llamaba “Calle Honda” que era la última al oeste de la Ciudad en el Barrio de Santa Rosa. Cuentan que tenía un túnel por el cual escapaba cuando la encontraban. Hace unos años este fue abierto, y encontraron cosas como huesos de pollo, jarros rotos, cazuelas de barro y demás cosas que demuestran que alguien pudo haberse ocultado ahí.

Leonarda murió a los 86 años; Fue fusilada pero sobrevivió, por lo cual decidió confesar su historia a un sacerdote para poder morir en paz.

Si te interesa ver un cortometraje con su historia, te recomendamos este video, en el que Grupo Vier, creadores de Pulse, participaron en la parte de producción: