La Voyager 1 ingresó al espacio interestelar en 2013, y hemos sabido durante meses que la Voyager 2 se estaba acercando. En octubre, la sonda descubrió una señal reveladora de que más partículas de rayos cósmicos golpeaban sus instrumentos. Se creía que habían llegado a la heliosfera del Sol, pero no.
Ahora sí, en 2018 estamos allí. La confirmación proviene del Experimento de ciencia de plasma de la sonda, según un comunicado de prensa. La Voyager 2 está a más de 17.000 millones de kilómetros del Sol, viajando a 55.00 kilómetros por hora, mientras se distancia cada vez más de sus creadores. Sin embargo, según el comunicado, todavía no ha abandonado el Sistema Solar, es probable que eso no suceda durante otros 300 años, y a la Voyager 2 le tomará 30.000 años volar más allá de esa región.