Si alguna vez has caminado por el centro de Querétaro y te has sentido transportado a otra época, no estás solo. Las calles empedradas, las casonas con balcones de hierro forjado y los templos con fachadas imponentes cuentan historias que se han tejido a lo largo de los siglos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién diseñó estos increíbles edificios? Aquí te contamos sobre algunos de los lugares más emblemáticos y los arquitectos que les dieron vida.
Templo de Santa Rosa de Viterbo: El Barroco en su Máxima Expresión
Uno de los templos más impresionantes de Querétaro es, sin duda, el de Santa Rosa de Viterbo. Su arquitecto fue Ignacio Mariano de las Casas, un genio del siglo XVIII que no solo diseñó la estructura, sino que también incorporó detalles como el icónico reloj de su torre. Su interior es un espectáculo de retablos barrocos recubiertos de oro, con formas vegetales y angelicales que parecen cobrar vida.

Templo y Exconvento de San Francisco de Asís: La Joya Antigua de Querétaro
Si hablamos de historia, este es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. La construcción de este convento comenzó en 1589, y aunque no se sabe con certeza quién lo diseñó, se reconoce por su hermosa torre de cantera, agregada en 1677. Actualmente, el antiguo convento alberga el Museo Regional, un lugar ideal para conocer más sobre el pasado queretano.

Catedral de Querétaro: Bendecida por Hidalgo
La Catedral de Querétaro, antes el Oratorio de San Felipe Neri, fue construida entre 1786 y 1804. Lo que hace especial a este templo no es solo su impresionante fachada, sino el hecho de que fue bendecido por Miguel Hidalgo en 1805, poco antes del inicio de la Independencia. Su estilo neoclásico en el interior la distingue de otras iglesias coloniales.

Teatro de la República: Un Testigo de la Historia
Si creías que los teatros eran solo para conciertos y obras modernas, piénsalo de nuevo. Este lugar, inaugurado en 1852, ha sido escenario de eventos históricos clave, como la promulgación de la Constitución de 1917. Su construcción estuvo a cargo del arquitecto Camilo de San Germán, aunque más tarde fue finalizado por el ingeniero inglés Thomas Surplice. Hoy en día, sigue siendo un espacio cultural vibrante.

Más allá de su belleza, estos edificios nos cuentan quiénes fuimos y quiénes somos como queretanos. Cada piedra, cada arco y cada detalle de sus fachadas forman parte de una historia que sigue viva. Así que la próxima vez que pases por el centro, detente un momento, mira a tu alrededor y descubre la magia que nos dejaron los grandes arquitectos del pasado.
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