La Colonial Ciudad de Santiago de Querétaro a mediados del siglo XVII comenzaba a ser una importante Ciudad Virreinal y todavía a principios del siglo XX estuvo rodeada de prósperas haciendas que, con el paso del tiempo, fueron desapareciendo. Los cascos sobrevivientes fueron modificados perdiéndose definitivamente algunos y otros convirtiéndose en parte importante de la infraestructura turística de nuestra querida Ciudad.
La Hacienda de Casablanca, hoy inmersa en la mancha urbana, fue una de las más grandes e importantes de la región, su construcción data del siglo XVIII y pertenecía a Don José Martínez. En la década de 1790 se vendieron parte de los terrenos de ésta al Ayuntamiento de la Ciudad para la construcción de la Alameda. Fue un bastión importante durante el Sitio de Querétaro cuando sirvió de cuartel para la fuerza de caballería de Tomás Mejía.