Hay algo en la poesía que no se deja atrapar. Habita en lo cotidiano, en lo invisible, en el temblor de las palabras cuando se dicen con verdad. Y en México, la poesía contemporánea no solo vive: arde, pregunta, denuncia, acaricia, sueña. Se escribe desde la entraña y desde el borde. Desde la ciudad, el cuerpo, la herida, el deseo.

Aquí te compartimos una pequeña muestra de voces que están escribiendo el presente desde sus múltiples geografías. Cada quien con su estilo, cada quien con su rabia o su ternura, pero todas y todos profundamente necesarios.

Coral Bracho

Una poeta de lo sensorial, lo etéreo, lo complejo. Su lenguaje es casi líquido, fluyendo entre imágenes oníricas y filosóficas.

“El tiempo se derrama sobre las cosas.
No hay límites precisos.
Todo se mezcla:
los colores, las formas, las texturas.”
— El ser que va a morir

Sara Uribe

Desde Tamaulipas, escribe desde el dolor de las desapariciones y la violencia, sin dejar de hacer poesía. Antígona González es un libro indispensable.

“¿Quién dice los nombres de los muertos
para que no mueran dos veces?”
— Antígona González

Luis Felipe Fabre

Irónico, divertido, lleno de referencias pop y religiosas. Juega con el lenguaje como quien patea una piñata de sentido.

“Dios
también escribe poesía
pero se le nota menos
porque lo suyo es el silencio.”
— La sodomía en la Nueva España

Dolores Dorantes

Poeta y activista. Su poesía está hecha de rabia, de exilio, de cuerpo. Es una voz que no pide permiso.

“Soy esa que huye
y al mismo tiempo
la que se queda para mirarte a los ojos.”
— Estilo

María Rivera

Poeta de lo íntimo y lo político. No teme hablar de feminicidios, de justicia, de dolor. Su poesía es un puñal amoroso.

“Que se llame justicia
el hallazgo de tu nombre
en la página del poema.”
— Los muertos

Leer poesía hoy no es un escape. Es una forma de resistir, de recordar, de abrir los ojos. Estas voces, entre muchas otras, están haciendo del lenguaje una forma de defensa y de ternura. Están escribiendo lo que muchas veces no sabemos cómo decir.

Y eso es algo que merece ser leído, compartido y sentido.