Plaza de Toros “La Colón”
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- noviembre 18, 2024
Hoy sólo queda el recuerdo en la memoria de pocos Queretanos quienes vivieron la época de oro del toreo en México.
Querétaro siempre ha tenido una ferviente afición por la tauromaquia, aunque pareciera que a últimas fechas ésta va decayendo, aún se mantiene vigente en un sector de los Queretanos de cepa.
De esta tradición taurina todavía hay quien recuerda con nostalgia la Plaza de Toros junto a la Alameda, la conocida como “La Colón”, llamada así por estar construida en la esquina de la Calzada Colón, en la que se encontraba el monumento dedicado al insigne navegante Genovés.
En los archivos históricos de nuestra querida Ciudad se habla de lo arraigada que era la fiesta brava para los habitantes de nuestro terruño desde tiempos del Virreinato, siendo el primer lugar para correr toros la llamada Plaza Grande, ubicada en la Plaza de San Francisco, hoy Jardín Zenea, que además servía realizar distintos eventos importantes.
Esta primera Plaza estaba hecha de madera y funcionó por más o menos 170 años, le siguieron la de “La Huaracha” mejor conocida como la de “La Tauromaquia” que se ubicada frente a la Alameda en la hoy Calle de Zaragoza y su entronque con Vergara ésta construida en 1830. En 1870 existía también el “Coso de Occidente” en lo que hoy es el estacionamiento de los Funerales Hernandez en la calle de Av. del 57 y que dejó de funcionar en 1903.
La famosa “Plaza Colón” empezó su construcción en 1894 y sería estrenada para lucir más las Fiestas de la Navidad de ese año. Al inicio se tuvieron algunas corridas menores y luego de un tiempo fue cerrada, hasta el 27 de Noviembre de 1898 cuando es reinaugurada con la toma de la alternativa del torero sevillano Manuel Calleja “Colorín”. La remodelación del coso inició en 1900 finalizando en 1906. El historiador Manuel de la Llata narra en sus crónicas la presentación de grandes figuras del toreo como Juan Silveti “El Tigre de Guanajuato” y Fermín Espinoza “Armillita” entre varios más.
Fue Durante el Gobierno de Manuel González Cosío en que la Ciudad comienza a cambiar su vocación agropecuaria por la industrial, así la Zona Centro de la Ciudad cambia su fisonomía y la Plaza ya no cuadraba con la nueva visión de prosperidad del Gobierno en turno, por lo que es demolida en 1962 para disgusto de los aficionados que la veían como una joya de la época de oro del toreo Mexicano. Un año después las demandas de los aficionados fueron escuchadas y en 1963 pudieron estrenar la Plaza de Toros Santa María, pero esa es otra historia.